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Sopars en positiu con gente estupenda y su libro

María Leach, Júlia Bertran y Luís Costa en una mesa y ponerles a hablar entre ellos, a comentar sus libros y a reflexionar sobre todo un poco, es sinónimo de velada memorable. Y eso fue justamente lo que ocurrió en la última edición de Sopars en positiu. Se trató de la cena más gamberra, rebelde y reivindicativa de las que hemos celebrado. Dio la sensación de ser más un encuentro entre amigos y personas que aún no saben que son amigas. Todos los que nos reunimos al rededor de la mesa del Fulano Mengano somos gente que en un momento u otro nos volveremos a cruzar. Cuando esto pase, tendremos la complicidad de haber compartido una gran noche, y eso mola!
Para esta velada, cuya idea nació en unos comentarios en el muro de facebook de María, reunimos a tres periodistas a los que por diferentes motivos, el cuerpo les pidió
expresarse. Y de esta necesidad, salió un libro fantástico que compartieron con el mundo.
En el caso de María, afrontar la muerte de su marido, una muerte injusta, a destiempo, en un momento cúspide de la vida, con un hijo recién nacido… un drama con mayúsculas, vamos. Su terapeuta le pidió que utilizara la poesía para externalizar sus sentimientos a los que les estaba siendo difícil encontrar una vía de escape. Ella fue desgranando su duelo, pasito a pasito, en un blog. María nos contó que la consigna fue escribir y pasar página, superar ese pensamiento y no volver a él, no se trataba de ningún ejercicio literario sino100% terapéutico. Junto con Paula Bonet, de todos estos maravillosos escritos, salió una exposición en la cual la pintora ilustró las palabras de María. Desde Planeta le propusieron recoger todo este camino en un libro. En un inicio No te acabes nunca, era una suma de todos los poemas pero después María los reorganizó y, si has leído el libro y has pasado un duelo en tu vida, te habrás dado cuenta de que es una cronología perfecta de el proceso que sigues cuando tienes que despedirte de una persona amada. Además, No te acabes nunca, trata un tema del que normalmente se habla poco o nada, de la muerte. Se trata de casi un manual de supervivencia que tendrían que recetar a todas las personas que han perdido a un ser querido en circunstancias tan inesperadas e injustas.
Júlia siempre había utilizado el lápiz y sus trazos para dibujar cómo se sentía. Sus garabatos le ayudaban a explicar las cosas que no encajaban. Y eran muchas, sus relaciones sentimentales no encajaban con lo que a ella le había contado del amor. Las cosas que le divertían no concordaban con lo que se suponía que debía divertirla. Y así un largo etcétera de aspectos que rechinaban de lo que eran a lo que deberían ser. Así fue como estos dibujitos que representaban las etiquetas que nos encarcelan, las injusticias y la falta de empatía, las normas de una sociedad patriarcal que nos hace a todos infelices y que construye un mundo muy triste… estos dibujos que, pese a su simplicidad te disparan como un dardo en la consciencia, se convirtieron en una exposición. Más tarde, y completados con una serie de entrevistas de personas sabias en la materia, tomó forma de un libro maravilloso que puedes leer y mirar. M’estimes i em times, te propone una interacción, darle la vuelta, jugarlo y reírlo.
A Luís escribe su homenaje particular a la música electrónica y lo titula Bacalao, editado por Contra. Reivindica un pasado glorioso de Valencia en esta materia empañado por la decadencia caracterizó a los últimos años del movimiento. A finales de los 80 y principios de los 90 Valencia fue unos de lugares de vanguardia mundial de música electrónica, meca por donde pasaron los grupos musicales más punteros y donde podías encontrar los DJs más innovadores pinchando en discotecas de pueblos como Sueca . Sus discotecas Barraca o Chocolate (por cierto, acabo de descubrir que está en venta!!!) fueron el escenario del desfile de una movida cultural fruto entres otras cosas, del final de una dictadura de más de 40 años y de una legislación blanda por lo que respetaba a horarios y otras normas. De este movimiento, alegre, rompedor y transgresor, Luís da voz a sus protagonistas. Jóvenes que movidos por su profundo amor por la música investigaron y llevaron a Valencia la música que lo estaba petando en el mundo. Con esta mirada nostálgica, respetuosa y con un punto de pena por no haber podido formar parte de ella, Luís no acerca a un momento mágico de la cultura reciente de nuestro país, desconocido y vilipendiado por culpa de sus últimos años de decadencia y excesos.
Sin duda repetiremos, cenando o tomando unas cañas! Y es que a todo este grupo de personas bonitas que nos acompañó en esa noche tan divertida, conviene no perderles de pista 😉
Más fotos aquí 🙂]]>

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