Mis apuntes de la cena de ayer noche con Tino Prat son un auténtico caos, un aluvión de ideas, notas, garabatos, flechas… Tino cuenta tantas cosas interesantes y lo hace con tanta pasión que tratar de escuchar y tomar notas se convierte en una misión imposible. La cena de ayer fue de las que te dejan un sabor de boca dulce y a la vez de las que te quedas con sensación de hambre, no por la comida, está claro, que estuvo espectacular como siempre (bravo por nuestros anfitriones del Dos Torres que nos cuidan de maravilla y también por los amigos de Viñedos Singulares que con sus fantásticos vinos ayudan a que todo fluya!) Te quedas con hambre de continuar investigando, conociendo, reflexionando y meneando el cerebro. Eso es lo que consigue Tino cuando habla, con su sonrisa franca, con sus manos en continuo movimiento, con sus ojos oscuros que parece que cuando te miran directamente te entienden de verdad. Y los que asistimos ayer a la cena, con este formato más íntimo que hemos recuperado, participamos de esta fiesta del vivir mejor y le bombardeamos a dudas, preguntas, consultas y peticiones. Al final de la cena me comentaba divertido que parecía una partida de ping pong y realmente así fue, Tino consiguió entusiasmar y despertar el hambre de investigar más en el campo del autoconocimiento, hasta a los más escépticos en la materia. Tino nos contó cómo decidió encaminar sus pasos hacia ésta búsqueda y a dedicar su vida a difundir este camino en los demás. Su experiencia profesional una vez acabó sus estudios de ESADE le llevó a tomar el liderazgo de un imperio textil en horas bajas y a sus 20 años se encontró con la responsabilidad de cerrar la empresa familiar, lidiar con sindicatos, bancos, trabajadores, proveedores, familia… No en vano una de sus especialidades es la gestión del conflicto, con un inicio así de carrera no es difícil entender que sea un experto la materia. Su andadura textil no acabó aquí, lleno de energía montó otra empresa que no pudo competir con la competencia China y en ese punto decidió que tenía que buscar su misión verdadera, después de reflexión, meditación y de un importante trabajo interior se dio cuenta de que tenía un don sobreponiéndose a las adversidades y trabajó analizando cómo podía transmitir esto y ser útil a otras personas. No ha parado de investigar y estudiar desde entonces, picando de aquí y de allí, de la cultura oriental y del pragmatismo de los estadounidenses, para ofrecer desde el centro que creó en 2011, Instituto Wang un programa estable de cursos y propuestas para ayudar a todo el que tenga inquietudes para vivir mejor y ser más feliz. La cena empezó con una reflexión de las que ya te dejan mosca, resulta que el cerebro humano apenas ha cambiado en millones de años y está preparado para reaccionar sobretodo con un objetivo claro, la supervivencia. Ante un ataque de un dinosaurio del paleolítico tenía que reaccionar de forma violenta para conseguir una huída rápida o cualquier otra salida que significara salir con vida. El cerebro sigue reaccionando con la misma violencia hoy ante un ataque, aunque éste sea tan insignificante como un saludo menos efusivo, una cara rara de alguien o un bocinazo de otro coche en un atasco. Y claro, pasa lo que pasa, que vivimos en una sociedad donde la violencia aflora. Tino nos propone trabajar para usar el cerebro para buscar la felicidad en vez de para sobrevivir, suena bien verdad? Ante la convicción de que por nuestra herencia y tradición gran parte de la partida de ajedrez de nuestra vida ya está jugada Tino despertó un debate en relación al margen que nos queda. Con mayor o menor cintura aquí está nuestro material de trabajo y siendo conscientes de nuestras cargas vamos a poder también asumirlas, aceptarlas y convivir felizmente con ellas o alejarlas si nos lo impiden. En su curso 7 Días para toda la vida, Tino nos propone una inmersión total haciendo hincapié en los cuarto niveles para alcanzar la paz interior, el cuerpo, la energía, las emociones y el intelecto. Un intensivo hacia el conocimiento y sobretodo el reconocimiento, volver a conocernos dejando de lado la culpa y los juicios, de forma humilde, con actitud de autoperdón, autoestima para conseguir una verdadera autonomía. Se habló de conflicto, de cómo tendemos a evitarlo consiguiendo que los problemas se enquisten en vez de debatir y discrepar con amor y sin miedo a la diferencia. Y acabamos con un tema que despertó el interés de todos los asistentes, las constelaciones. Hay muchas más notas y garabatos entre mis papeles, pero casi no entiendo ni mi letra así que si quieres profundizar sobre esto y más tendrás que sumergirte en la página web de Instituto Wang y asistir a sus reuniones de presentación de cursos. Aquí os dejo el link para el cuestionario del que hablamos ayer: http://goo.gl/forms/yrQOuJVyxM Después de hacerlo, tienes una hora para comentarlo personalmente con Tino 😉 Próximas citas: – Dia 30 a las 18h CONSTELACIONES – Dia 31 a las 19h PRESENTACIÓN DEL CURSO GRATUITA Y ABIERTA Próximos cursos: – Del 19 al 25 Marzo – Del 21-24 abril + 28-1 Mayo – Del 28 mayo al 3 Junio – Del 30-3 + 7-10 Junio – Del 30 al 5 Agosto En cuanto a los libros recomendados: Nuevo Testamento El Kybalion Tus zonas erroneas, Wayne W. Dyer Deja de ser tu, Joe Dispenza Y me despisto dando las gracias a Tino, a Cristina, que estuvieron estupendos convirtiendo una cena de desconocidos en una agradable velada entre amigos y sobretodo a todos los asistentes, amigos y amigas que ahora lo son un poco más!]]>
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